martes, 6 de noviembre de 2007

Porque yo también tengo un sueño


Nunca había leído todo el discurso que pronunció Martin Luther King el 28 de agosto de 1963 en Washington. Creo que todo conocemos ese discurso como "I Have a Dream". Lo leí porque mi amiga Jimena me hizo recordarlo, por razones que no vienen al caso.


Lo que sí viene al caso es todo lo que está antes de ese discurso y lo que vino después.


Era un día lejano de 1963 La segregación racial era un porblema bastante grave en EU. ¿Quién no recuerda esas fotografías que muestran negocios con la leyenda "Whites Only"?


La gente negra prácticamente no tenía derechos. El Dr. King, junto con otras personas, tuvo la fuerza para pelear por esos derechos y por esa igualdad entre la gente de EU. "That all men are created equal", dice la Declaración de Independencia de EU. Por años, esta "verdad evidente" excluyó a la gente de color. El país más democrático de la Tierra no cumplía con una de sus declaraciones más contundentes. Y éso no es de extrañar considerando que el propio Thomas Jefferson era servido por esclavos.


A pesar de que la esclavitud fue completamente abolida en EU después de la Guerra Civil, no es cierto que su "libertad" haya sido completa.


Rosa Parks jugó un papel importantísimo en la lucha por la igualdad en EU. Mientras viajaba en el transporte público, la Sra. Parks se negó a cederle su asiento a un hombre blanco. Con esto empieza esa lucha social.


Hoy, 44 años después del histórico discurso del Dr. King, sí creo que la situación de la gente negra ha cambiado por completo, pero eso no quiere decir que ahora EU cumpla con su famosa declaración sobre la igualdad de los hombres.


Por supuesto que el racismo blanco de EU no sólo se aplicó a la gente negra. Debemos recordar que también los inmigrantes europeos que llegarona persiguiendo el sueño amerciano durante el siglo XIX fueron víctimas del racismo. Y la cosa sigue.


Ahora se discrimina a los inmigrantes que llegan de países latinos o asiáticos a EU. Seguramente la gente de países como México, China, El Salvador, etc. no goza de los mismos privilegios que la gente blanca.


La lucha social se ha ganado en parte, pero aún queda mucho por hacer para que exista una verdadera igualdad entre los hombres y mujeres de todas las razas.


Soy católica, así que terminaré con una idea de San Josemaría Escrivá de Balaguer, fundador del Opus Dei, que expresa perfectamente la igualdad de las personas:


"Iesus Christus, Deus Homo, Jesucristo Dios‑Hombre. Una de las magnalia Dei, de las maravillas de Dios, que hemos de meditar y que hemos de agradecer a este Señor que ha venido a traer la paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. A todos los hombres que quieren unir su voluntad a la Voluntad buena de Dios: ¡No sólo a los ricos, ni sólo a los pobres!, ¡a todos los hombres, a todos los hermanos! Que hermanos somos todos en Jesús, hijos de Dios, hermanos de Cristo: su Madre es nuestra Madre.


No hay más que una raza en la tierra: la raza de los hijos de Dios. Todos hemos de hablar la misma lengua, la que nos enseña nuestro Padre que está en los cielos: la lengua del diálogo de Jesús con su Padre, la lengua que se habla con el corazón y con la cabeza, la que empleáis ahora vosotros en vuestra oración. La lengua de las almas contemplativas, la de los hombres que son espirituales, porque se han dado cuenta de su filiación divina. Una lengua que se manifiesta en mil mociones de la voluntad, en luces claras del entendimiento, en afectos del corazón, en decisiones de vida recta, de bien, de contento, de paz. (Es Cristo que pasa, 13)"



Imagen cortesía de: http://www.hoy.com.ec/

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