martes, 23 de octubre de 2007

¿Hermandad social o hermandad política?


A partir de la segunda mitad del siglo XX, las relaciones entre México y Cuba empezaron a responder a cuestiones políticas a pesar de la existencia de un pasado histórico, cultural, racial y social común.


La simpatía política entre las naciones se fortaleció gracias al apoyo que prestó Lázaro Cárdenas a Fidel Castro y a la Revolución Cubana y después de la década de los cincuenta, México siempre ayudó a la nación del Caribe en momentos de dificultad.


A pesar de la relación que Cuba mantuvo con la Unión Soviética después del triunfo de la revolución, no se rompieron las relaciones de fraternidad entre las dos naciones americanas.


“México ha sido muy constante con el derecho internacional y no ha incurrido en votos arbitrarios en contra de Cuba por el simple hecho de que lo exija el gobierno de Estados Unidos” , dijo Jaime Olaiz, geopolítico de la Universidad Panamericana.


El apoyo de México a Cuba ha durado años y ha trascendido periodos presidenciales, pero con el gobierno de Vicente Fox, las relaciones se volvieron más difíciles.

El gobierno de Felipe Calderón está intentando reparar los errores de la administración anterior por la importancia que siempre ha tenido Cuba en la política exterior de México.


El apoyo político que México ha prestado a Cuba es causa de la simpatía que existe entre los pueblos por los rasgos históricos, raciales y culturales que tienen en común.


La hermandad entre las naciones no es algo nuevo es una cuestión que se viene dando desde hace más de 100 años por los rasgos que tienen en común.


Ambos países fueron colonias de España durante siglos, adoptaron el mismo idioma y partes de México comparten prácticamente la misma composición racial de los cubanos.


“Nosotros tenemos la historia de los países, de los pueblos nativos, después conquistados por los españoles, tenemos toda la historia de la evangelización también”, dijo Regina Jiménez, socióloga de la Universidad Panamericana.


La cercanía geográfica motivó la migración de Cuba a México durante generaciones, lo que ha permitido que exista una cultura mixta en los estados del sureste del país.


La mezcla racial y cultural ha tenido como consecuencia similitudes importantes de carácteres y valores entre los dos pueblos, de tal forma que la diferencia entre vivir en México o en Cuba es poca.


“La forma de pensar la siento igual, el carácter. Es una cuestión de armonía, o de que mucha gente apoya a sus semejantes, le echa la mano”, comentó el pintor cubano Hermes del Sol, residente en México desde hace 12 años.


Existe también la relación de las cosas de la vida cotidiana porque la hermandad va más allá de política y de historia, está la hermandad social, la de la gente.


“El gusto por la música, la alegría y la fiesta son factores que se pueden encontrar tanto en México como en Cuba, es un ambiente muy alegre” dijo la ingeniera María Victoria, cubana residente en México.


El desarrollo de las dos naciones ha sido muy similar a pesar de que sus formas políticas no sean las mismas.


Pero a partir del siglo XX, las relaciones diplomáticas y políticas marcan los matices de la hermandad Cuba – México, que ha dejado ser la de los pueblos y que empieza a convertirse en una mera hermandad política.


“… pero en el caso de Cuba es más elemento del discurso formal que una concepción arraigada en la cultura cubana, pues sus lazos latinoamericanos nada más son con aquellos regímenes que le son simpatizantes”, agregó Jaime Olaiz.

1 comentario:

Jorge Raúl Nacif dijo...

Definitivamente creo que con Cuba existe una hermandad social, pues a fin de cuentas tenemos un pasado común y una historia tan similar que podemos decir "nuestros hermaos cubanos", derivada de las condiciones geográficas y también políticas, que decir de la raza mestiza que baña nuestros campos y ciudades, y Olé!