miércoles, 30 de diciembre de 2009

La pobre debutante


Se sentó, como otras tantas veces antes de dormir, frente al espejo que sus padres le habían regalado hace muchos años. La vida se había ido en un abrir y cerrar de ojos. Todavía recuerda su cumpleaños número quince como si hubiera sido ayer.


A pesar de los consejos de su madre, ella había preferido que le compraran el vestido azul cielo. Su madre se había obsesionado con la organización de la fiesta y, a pesar de ser la festejada, prácticamente no tomaron en cuenta su opinión para la decoración y otros detalles.


En México se había hecho costumbre desde hace algunos años, en especial entre las señoritas "bien" de la ciudad, festejar la fiesta de los quince como una manera de introducir a las pobres chicas a la agitada vida social. Los padres no escatimaban gastos porque creían que la fiesta era el primer paso para encontrar yerno.


La alta sociedad en México había recibido fuertes influencias de las costumbres inglesas y francesas. Las debutantes de la aristocracia inglesa -todas juntas- eran introducidas a los monarcas británicos y a la nobleza, de la cual casi siempre formaban parte, durante un baile que se celebraba al final de la temporada londinense.


Era impensable, por tanto, que sus padres, tan respetados en la sociedad, no le organizaran una fiesta de quince años. Por supuesto que estaba ilusionada con su fiesta porque por fin podría desenvolverse en el mundo que la había tenido prisionera durante toda su vida. Y quién sabe, tal vez hasta conocería a su futuro marido.


Las decisiones de su madre ya la habían hartado, pero por fin llegó el día de su fiesta. Bailó las tradicionales composiciones de Johann Strauss con varios hombres que ni siquiera conocía. Unos magníficos músicos interpretaron algunas composiciones de Dvorak y Massenet. La comida fue excelente, al igual que los grandiosos vestidos de las invitadas. La magnífica fiesta se acabó. Nada nuevo.


Un mes después ya estaba harta de los preparativos de su boda. Esta vez ni siquiera la dejaron escoger su vestido de novia, ¡cómo si le importara! Lo único que quería, a pesar de sólo tener quince años, era morirse. Sin embargo, aún podía encontrar belleza en su vida. Siempre iba a regresar la primavera y su jardín volvería a estar cubierto de tulipanes.


Su intuición no se había equivocado. Su marido era una bestia: infidelidades, borracheras e insultos se habían convertido en costumbre. Toda la vida había soñado con casarse, pero su maridito no era un sueño, era una auténtica pesadilla de la que no podía despertar. Todos los días, sin embargo, tenía que aparentar que vivía en el centro de un matrimonio perfecto.


En su cumpleaños dieciséis recibió como regalo de sus padres un magnífico espejo traído desde Francia. La nueva decoración de su dormitorio la había encantado. El espejo ovalado era de muy buen tamaño. Intuyó que debió haber costado una fortuna: el marco era de plata y el cristal estaba rodeado por un bellísimo forro de terciopelo azul rey.


Sólo el espejo conocía su sufrimiento, y ante él corrieron cada uno de los días de su triste existencia. Ese regalo fue la última alegría de su vida.


Tantos y tantos años después todavía le quedaba el espejo. El esplendor de la quinceañera se había desvanecido y sólo quedaba una cabeza llena de cabello gris, arrugas justo en los lugares que sufrieron por falta de sonrisas y un corazón que ya no soñaba con los tulipanes de la primavera.


Imagen: holdtheweaksauce.files.wordpress.com

miércoles, 23 de diciembre de 2009

Tú y tu máquina del tiempo


Bendición es que no se invente la máquina del tiempo. El más mínimo cambio en cualquier factor puede alterar inimaginablemente nuestra existencia. Circunstancias histórcias muy dolorosas han sido causa del nacimiento de millones de personas alrededor del mundo. Y si se viajara en el tiempo, ¿qué se cambiaría? El hundimiento del Titanic, todas las guerras, el asesinato de Kennedy, etcétera. Pero las cosas son así por éso, y así está perfecto. Es cierto que vivimos rodeados de un montón de problemas, y que somos unos quejicas de lo peor, pero finalmente todo es para bien.


Les deseo una feliz Navidad y un excelente 2010.

miércoles, 9 de diciembre de 2009

El Papa en la Plaza de España

Hoy publico una nota que me envió el VIS (Vatican Information Services) sobre la visita que hizo ayer Benedicto XVI a la Plaza de España y a la estatua de la Virgen María ubicada ahí.

CADA HISTORIA HUMANA ES SAGRADA Y EXIGE RESPETO

CIUDAD DEL VATICANO, 8 DIC 2009 (VIS).-Como es tradicional en la solemnidad de la Inmaculada Concepción, el Santo Padre fue esta tarde a las 16, 15 a la romana Plaza de España para rendir homenaje a la estatua de María colocada sobre una columna enfrente de la Embajada de España ante la Santa Sede.

Antes de llegar a la Plaza, el Papa se detuvo en la iglesia de la Santísima Trinidad, donde saludó a los Padres Dominicos y a la Asociación de Comerciantes Romanos. Una vez ante la estatua bendijo una cesta de rosas que fue colocada en el pedestal de la columna de la Inmaculada, en presencia de miles de fieles.

"¿Qué dice María a la ciudad? ¿Qué nos recuerda con su presencia?", dijo el pontífice. "Recuerda que donde ha abundado el pecado, pueda abundar todavía más la gracia. La Inmaculada repite a la humanidad de nuestra época: ¡No tengáis miedo!".

"¡Que falta nos hace esta noticia! -exclamó el Santo Padre-. "Cada día, a través de los periódicos, la televisión, la radio, el mal se describe, se repite y amplifica, habituándonos a las cosas más horribles, volviéndonos insensibles y de alguna forma, intoxicándonos, porque la negatividad no se elimina del todo y se acumula día tras día. Por eso la ciudad necesita a María, que (...) nos lleva a esperar aún en las situaciones más difíciles".

El Papa recordó que en las ciudades "viven -o sobreviven- personas invisibles que de vez en cuando saltan a las primeras páginas, o a las pantallas, y son explotadas hasta el final, hasta que la noticia y la imagen llaman la atención. Es un mecanismo perverso, al que por desgracia, es difícil resistir. La ciudad primero esconde y después expone al público. Sin piedad, o con una falsa piedad, cuando en cambio (...) cada historia humana es una historia sagrada y exige el más grande respeto".

"La ciudad somos todos", subrayó Benedicto XVI. "Todos contribuimos a su vida y su clima moral. (...) En el corazón de cada uno está la frontera entre el bien y el mal. (...) Los medios de comunicación tienden a darnos siempre el papel de "espectadores", como si el mal tuviera que ver solo con los demás y a nosotros no nos pudiera suceder nunca nada. En cambio, todos somos "actores" y para bien o para mal, nuestro comportamiento influye en los demás".

Después de pedir a María Inmaculada que nos ayudase a "redescubrir y defender la profundidad de las personas", el pontífice rindió homenaje a todos aquellos que "en silencio (...) se esfuerzan en practicar la ley evangélica del amor, que mueve el mundo (...) Hombres y mujeres de todas las edades que saben que no sirve para nada condenar, lamentarse, o recriminar, sino que vale más responder al mal con el bien. Esto cambia las cosas; o mejor dicho, cambia a las personas, y por tanto, mejora la sociedad".


Imagen: Estatua de la Virgen María en la Plaza de España, Roma. Fotografía: Giancarlo Ticozzi; Panoramio.com

viernes, 4 de diciembre de 2009

Sobre la soberbia


Es inevitable escribir las siguientes líneas después de los feos comentarios que he escuchado y leído sobre el grupo A del mundial de Sudáfrica. A estas alturas todos los lectores de mi blog (¿en cuántos vamos? ¿2?) saben que en el grupo A quedó Sudáfrica, México, Uruguay y Francia; y que nuestra selección va a abrir el torneo.


Muchos periodistas han calificado de buena nuestra suerte en el sorteo mundialista. Es inevitable, sin embargo, dejar de pensar que Sudáfrica va a jugar en casa y que el anfitrión nunca ha perdido su primer partido. México debe tener cuidado y no confiarse.


El grupo que le ha tocado a México, según mi criterio, dista mucho de ser el más sencillo del mundial. Aparte de enfrentarse con los anfitriones, la selección azteca tendrá que jugar contra Uruguay y Francia, rivales nada despreciables. Es cierto que tanto Francia como Uruguay no llegan en su mejor momento -ambos se fueron a la repesca y los galos le robaron la calificación a los irlandeses- pero éso no es motivo suficiente para considerarlos rivales fáciles.


México no debe caer en la soberbia y pensar que la fase de grupos es pan comido porque se puede llevar una sorpresa. Y nada de decir que los sudafricanos son Memín Pingüín o llamarlos despectivamente "negros". Tampoco hay que olvidar que en 2002, cuando nos enteramos que México jugaría con Estados Unidos en los octavos de final, un diario publicó un encabezado de muy mal gusto: "Alemania nos espera". Estados Unidos le ganó 2-0 a México en aquella ocasión y días después jugaron contra Alemania.


Imagen: Zakumi, mascota del próximo mundial. http://farm4.static.flickr.com

miércoles, 2 de diciembre de 2009

Sobre la muerte de la discreción



Tiger Woods, el mejor golfista del mundo, está en el centro de un escándalo que involucra a un accidente automovilístico a las 2:45 am. El suceso tuvo lugar el viernes pasado y según chismes tuvo como causa problemas domésticos (acusaciones de infidelidad).


Woods no ha querido hablar con las autoridades del estado de Florida y mucho menos contestar preguntas directamente formuladas por miembros de la prensa. Es cierto, sin embargo, que publicó un comunicado en su página de Internet (tigerwoods.com) en el que explica que el suceso es muy embarazoso para su familia. El suceso, según Tiger, pertenece al ámbito de lo privado, sin importar lo "intrusivas que puedan ser algunas personas".


Y este no es el único suceso. Cuántas veces escuchamos a los artistas tratar de evadir preguntas que tienen que ver con sus vidas privadas. Los periodistas, como lobos sedientos, tratan a toda costa de obtener respuestas a sus no pocas veces indiscretas e imprudentes preguntas. Y todo el circo es para satisfacer la curiosidad de ciertas personas que no tienen nada mejor que hacer que enterarse de la vida privada de sus ídolos.


Hay ciertas cosas -y esto es lo que pretendo decir cuando uso el término discreción- que sólo pertenecen a la intimidad de las personas involucradas. Nadie debe sacar a la luz detalles íntimos de la vida de las personas, siempre y cuando el ocultamiento de estos datos no afecte a la sociedad. Si Tiger le es infiel a su mujer, muy su problema.


Imagen: babble.com