jueves, 6 de agosto de 2009

Toca con toda la mano


Algo típico de los museos es que en prácticamente todas las salas haya cámaras colgadas del techo y delgadas líneas rojas que sirven para delimitar el espacio al que no puede acceder el visitante. En más de una ocasión me han regañado en los museos porque tengo el gran defecto de no poder obedecer los letreros que dicen “No tocar”.

Hace unos días vi una de las muchas películas que se han hecho de "Star Trek". Patrick Stewart, caracterizado como Jean Luc Picard, menciona, al tocar la histórica nave espacial que realizó el primer viaje en velocidad WARP, que los humanos tenemos necesidad de tocar las cosas para hacerlas parte de nosotros.

Hoy me acordé de mis experiencias pasadas y de la escena de la película porque vi a una señora caminando por una calle cerca de mi casa. Yo iba caminando lentamente y pude notar que le estorbaba, así que, como cualquier otra persona haría, me moví ligeramente hacia la izquierda. La señora caminó más rápido y en unos segundos me había rebasado. Desde atrás pude observar que ligeramente tocaba las hojas de unos arbustos con todos sus dedos.


Siempre queremos tocar. El simple hecho de saludar a alguien, ya sea conocido o no, implica tocar a la otra personas, por lo menos en las sociedades occidentales. Y no hay que perder de vista los abrazos y los besos que ayudan a demostrar cariño entre las personas. “No tocar” es una de las frases más crueles que se han inventado.
Imagen: Jean Luc Picard (Patrick Stewart)
Cortesía: tasithoughts.files.wordpress.com